Escupirán
sobre mi tumba cierra la trilogía denominada “Morirás
mañana” que empezó hace un par de años con las novelas El escritor sale a matar
y El misterio de Alma Rossi. En todas, está presente la figura de Javier
Garcés, un autor de cierta fama en América Latina al que le queda muy poco
tiempo de vida y entonces prefiere usar ese tiempo asesinando a varios
personajes que, según él, le han arruinado vilmente la existencia. Por
supuesto, Garcés tiene mucho del propio Bayly—irónico y algo crédulo, de más de
cincuenta años—, atributos que obviamente agradecen sus fieles admiradores que
siguen cada una de sus novelas e incursiones en la televisión.
Está última entrega de
la trilogía—inspirada, según Bayly, en la del sueco Stieg Larsson—tiene a la
ciudad de Buenos Aires como locación central. Allí Garcés encontrará a sus
nuevas víctimas: la dueña de una librería del barrio de la Recoleta, un famoso periodista
de radio y tv, el propietario de un exclusivo restaurante, un desagradable
vecino que suele molestarlo con todo tipo de ruidos (“flatulencias
escandalosas”, incluidas), y un actor gay venido a menos y adicto a la cocaína.
Todos, por supuesto, curiosos personajes y bien argentinos que son la excusa
perfecta para que Garcés-Bayly viva disparatadas aventuras y suelte de paso su
ironía corrosiva, en palabras de Bayly:
“Me llevo bien con los
argentinos a pesar de que en Sudamérica tienen fama de pedantes, de presumidos,
de mirarnos a los demás por encima del hombro, de no sentirse sudamericanos
sino europeos. Todo argentino es un entrenador de la selección de fútbol de su
país (y si lo dejan, de la de España también). Todo argentino es presidente de su
país (y si lo dejan, dictador de Cuba también). […] Todo argentino es un
profeta, un visionario, un iluminado”.
Hablar de Argentina es
también hacerlo de Buenos Aires. En esta capital de un imperio que nunca
existió, como bien sentenció André Malraux, la figura de Jorge Luis Borges es
mítica. Y Bayly, antes que nada, es un lector. Por eso, hay un momento en la
novela que el recuerdo tiene el peso autobiográfico, se convierte en un plano
fijo como aquellos que tan bien encontramos en el cine. Esa escena captura
gestos, palabras, movimientos que hoy cobran otro sentido, y es el día en que
el narrador peruano aún inédito y muy joven se encuentra con Jorge Luis Borges.
Ese suceso, contado como real por Bayly en varios reportajes, ocurrió dos años
antes de que el escritor argentino muriera en Suiza.
En general, la nueva
novela de Bayly es predecible, aunque no defrauda. En cada capítulo están las
entrelíneas y chistes internos que como un código ha establecido el autor
peruano a lo largo de su carrera. Mucho de ello, sin duda, se ha fortalecido
por el éxito que obtuvieron las adaptaciones cinematográficas de sus novelas—La
mujer de mi hermano, No se lo digas a nadie– como por los premios Planeta y
Herralde por las novelas—Y de repente, un ángel y La noche es virgen,
respectivamente–, dos de los galardones más publicitados de la literatura en
español.
Vera
Review Escupirán sobre mi tumba, Jaime Bayly (TintaFrescaUS)