Pablo De Santis,
escritor de inolvidables argumentos fantásticos, guionista de comics y lúcido
ensayista de este arte, en pocas líneas consigue delatar su ADN: “Hija del
siglo XX, hermana pobre del cine, la historieta se fue alejando de sus vínculos
con la ilustración y aún con la literatura, para avanzar en sus lazos con las
aventuras filmadas. Del cine recibió técnicas, modos de narrar; le cedió, a
cambio, provincias enteras de su mitología”.
En “Deep City”
reaparece este cruce, la visión de un mundo que se ha alimenta de una y otra
expresión, construido en este caso de viñetas en blanco y negro. Publicada
durante la década de los ochenta en revistas de España y Argentina, en formato
de capítulos cerrados, fue creada por el dibujante Francisco Solano López – “El
Eternauta”, “Ministerio”– y el escritor
y crítico de jazz Carlos Sampayo – “Alack Sinner”–. Esta edición,
estadounidense, enteramente en inglés, se editó por los mismos años.
Es el comisario Evaristo – rostro duro, ojos cortantes, figura gruesa,
en definitiva, una presencia que intimida –
y la ciudad de Buenos Aires los protagonistas de las siete historias del
libro que se desarrollan entre finales de los ‘50 y principios de los ’60.
Inspirado en la figura del mítico policía argentino Evaristo Meneses, éste es
principalmente un hombre ético, de códigos entre los delincuentes, que prefiere
dejar como último recurso la violencia. Utilizando diálogos cortos e imágenes
que se suceden rápidamente, dibujadas con la pluma maestra de Solano López, las
historias de Sampayo son un cross a la mandíbula que continúa su efecto en la
memoria del lector por mucho tiempo. Son piezas que transitan el trecho
negrísimo del policial duro norteamericano donde los personajes están
derrotados de antemano sin ninguna afectación ya que simplemente son creíbles
por ser humanos, demasiado humanos.
El libro abre
con “Breaking the tie”, una historia en el que un deuda del pasado, esos
resentimientos que se arrastran como viejas pesadillas pegadas al sueño, logra por fin tomar revancha en el presente.
En la siguiente, “The Famous Lubitsch Case”, lo que parece el secuestro de una
adolescente da un giro sorpresivo que concluye con cierto sabor tragicómico. Es
por eso que la ciudad de Buenos Aires retratada por Solano López, tan
extrañamente europea como americana en sus arterias, se une perfectamente a
esta atmósfera implacable de Deep City.
Así, la dupla
creativa refuerza el concepto de otros artistas a lo largo de la historia del
comics, ya sea en la Chicago alucinada de “Dick Tracy” (Chester Gould) o las
imaginadas Gotham City de Batman (Hill Finger y Bob Kane) o la Santa María de
Perramus (Alberto Breccia y Juan Sasturain), que encontraron en la ciudad contemporánea
el escenario adecuado para desarrollar la justicia y la miseria, en pocas
palabras, nuestra predilecta obra colectiva.